🔥 Manejo de crisis y berrinches: herramientas prácticas para padres
Cómo acompañar con firmeza, amor y sin perder el control
“Antes pensaba que eran berrinches. Hoy entiendo que eran gritos de ayuda sin palabras.”— Papá de Joaquín, 4 años
🔍 Temas tratados en este artículo:
- manejo de crisis en niños con autismo
- diferencias entre berrinche y crisis sensorial
- cómo calmar a un niño con TEA
- técnicas para padres en crisis autista
- crisis en público autismo qué hacer
- manejo de crisis en niños con autismo
- diferencias entre berrinche y crisis sensorial
- cómo calmar a un niño con TEA
- técnicas para padres en crisis autista
- crisis en público autismo qué hacer
🧭 Introducción: cuando el llanto no se detiene
Estás en el supermercado, y de pronto tu hijo grita, se lanza al suelo, se cubre los oídos.
La gente mira. Algunos murmuran.
Tú no sabes si consolarlo, cargarlo o llorar con él.
En casa, sucede también: frente a un cambio inesperado, una textura incómoda, un ruido agudo… explota una crisis.
Este artículo es para ti, que has vivido esos momentos y quieres aprender cómo responder, no reaccionar.
Porque en el autismo, una crisis no es un berrinche caprichoso. Es una respuesta del sistema nervioso que necesita comprensión, no castigo.
⚠️ ¿Crisis o berrinche? ¿Cuál es la diferencia?
Aunque pueden parecer iguales, no son lo mismo. Y eso cambia todo.
Berrinche | Crisis sensorial o emocional |
---|---|
Tiene intención (lograr algo) | Es involuntaria (respuesta abrumadora) |
El niño observa si lo miras | El niño pierde contacto visual o se desconecta |
Puede cesar si consigue lo que quiere | No se calma aunque obtenga lo deseado |
Suele ser manipulativo | Es fisiológica y necesita regulación |
“Mi hijo no gritaba por fastidiarme. Gritaba porque su mundo se desbordaba.”
🌊 ¿Qué desencadena una crisis en un niño con autismo?
- Ruidos fuertes o inesperados
- Luces intensas o parpadeantes
- Cambios bruscos de rutina
- Ropa con texturas incómodas
- Frustración por no poder comunicarse
- Estar muy cansado o con hambre
- Interrupción repentina de una actividad favorita
- Lugares con muchas personas
Cada niño tiene sus propios desencadenantes. Observarlos es la primera herramienta para prevenir.
🧩 ¿Qué hacer antes, durante y después de una crisis?
Aquí va la guía paso a paso:
✅ ANTES: Prevención es amor anticipado
1. Conoce sus detonantes:
Haz una lista de cosas, lugares o situaciones que suelen causar malestar.
2. Usa apoyos visuales:
Anticipa lo que va a ocurrir. Ejemplo:
“Primero vamos al mercado. Luego parque.”
“Faltan 5 minutos para cambiar de juego.”
3. Establece rutinas:
La estructura diaria reduce ansiedad y da seguridad.
4. Cuida lo sensorial:
Lleva audífonos protectores, gafas oscuras, ropa cómoda.
5. Practica técnicas de regulación cuando está tranquilo:
Respiración, presión profunda (abrazos firmes), botellas sensoriales, juegos de soplo.
✅ DURANTE: Contén, no controles
1. Mantén la calma tú primero
Tu regulación emocional es clave. Tu tono, tu rostro, tu postura... todo comunica.
“Tú eres el ancla emocional cuando él se está hundiendo.”
2. Reduce estímulos
Si puedes, aléjalo del lugar ruidoso. Apaga luces o sonidos. Aísla visualmente con una manta o abrazo suave.
3. Evita gritar, razonar o corregir
Durante una crisis no hay aprendizaje. No te esfuerces en explicar o corregir.
4. Ofrece presencia silenciosa
Sentarte cerca, con respiración pausada, puede ser más poderoso que mil palabras.
5. Usa objetos de confort
Un juguete preferido, una textura favorita, una botella de calma, puede ayudar a canalizar.
6. No lo toques sin permiso (o sin conocer sus señales)
Algunos niños no toleran el contacto físico en crisis. Respeta su espacio si se pone más agitado al tocarlo.
✅ DESPUÉS: Reconectar y aprender
1. No reprimas ni castigues
Después de una crisis, el niño está agotado. No lo regañes. No lo avergüences.
2. Reconéctate emocionalmente
Abrazos, palabras suaves:
“Ya pasó. Estoy contigo.”
“Sé que fue difícil.”
3. Analiza con calma qué lo provocó
Lleva un registro (mental o escrito) para detectar patrones: hora, lugar, estímulo, comportamiento previo.
4. Enséñale alternativas cuando esté tranquilo
“Cuando algo te moleste, puedes decir ‘paro’ o ‘necesito calma’.”
Usa imágenes, gestos o palabras según su nivel.
5. Refuerza las habilidades autorregulatorias
Practiquen juntos:
- Respirar con burbujas
- Contar hasta 5
- Jugar con plastilina o masilla sensorial
- Abrazar un cojín pesado
❤️ Ejemplo real de acompañamiento durante crisis
“Un día en el parque, Tiago empezó a llorar sin razón aparente. Me miraban. Sentí la vergüenza y la desesperación. Pero me senté junto a él. Saqué su botella sensorial. Me puse a respirar con él. A los 7 minutos, se calmó. Luego me abrazó. Esa fue nuestra victoria silenciosa.”
— Mamá de Tiago, 6 años
🧰 Herramientas que puedes tener a la mano
🧊 Botella sensorial (con agua, glitter y colorante)
🪶 Cepillo sensorial para masajes
🧸 Muñeco de apego o almohada pesada
🎧 Audífonos para reducción de sonido
📸 Tarjetas visuales: “me siento mal”, “quiero parar”, “silencio”
🧠 ¿Y si la crisis ocurre en lugares públicos?
- Lleva una tarjeta que explique brevemente la situación (ej: “Mi hijo tiene autismo. Está sobreestimulado. Gracias por su comprensión.”)
- Ubica salidas de emergencia y espacios tranquilos al llegar
- Habla con antelación con profesores, vecinos o encargados de locales
- No te excuses ni te avergüences. La crianza no es un espectáculo.
- “Mi hijo no necesita lástima. Solo necesita espacio, respeto y tiempo.”
📚 Recursos útiles
- Video: ¿Cómo manejar crisis sensoriales? – Fundación Quinta Esencia (Argentina): https://www.youtube.com/watch?v=r3N0acbO7Ms
- Guía descargable: “Manejo de crisis en niños con TEA” – Autism Speaks https://www.autismspeaks.org/tool-kit
- Aplicaciones recomendadas:
- Calm Counter (visual cue for calming down)
- Breathe, Think, Do with Sesame Street
- Libro recomendado: “Cuando nada funciona: herramientas reales para padres de niños con autismo” – María C. González (psicóloga TEA)
✨ Palabras finales
Manejar una crisis no es contener un monstruo, sino acompañar a un corazón que se desbordó.
Cada vez que eliges respirar en vez de gritar, esperar en vez de imponer, conectar en vez de castigar… le estás enseñando que el mundo puede ser un lugar seguro.
Y le estás enseñando que su emoción es válida, pero no tiene que destruirlo.
Un día en el parque, Tiago empezó a llorar sin razón aparente. Me miraban. Sentí la vergüenza y la desesperación. Pero me senté junto a él. Saqué su botella sensorial. Me puse a respirar con él. A los 7 minutos, se calmó. Luego me abrazó. Esa fue nuestra victoria silenciosa.
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